El surgimiento de cada especie viviente sobre la tierra, por muy pequeña o grande que sea, implica un impacto ambiental. El cual, se ve reflejado en el surgimiento de pequeños o grandes cambios en el medioambiente, tanto físicos como biológicos. Cambios que, algunas veces pueden ser de alcance local, regional o global, y dejar o no, una huella permanente en el mismo.
Y la aparición de la Humanidad junto a su tecnología, cada vez más avanzada, invasiva y global, evidentemente que se ha dejado sentir sobre el planeta. Por ende, este hecho negativo también aplica a todo lo relacionado con las novísimas tecnologías Blockchain y DeFi. Sobre todo, aquellas relacionadas con las Criptomonedas. Pero, que tan cierto o grave es realmente el «impacto ambiental de las criptos». Pues, precisamente esto abordaremos hoy en esta publicación.
Y antes de profundizar en esta presente publicación sobre el posible «impacto ambiental de las criptos» en el medioambiente. Les recomendamos algunas de nuestras anteriores publicaciones relacionadas:
Impacto ambiental de las criptos: ¿Qué tan cierto y grave es?
Estudios actuales sobre el impacto ambiental de las criptos
En referencia exclusiva y especial sobre las criptomonedas y su impacto ambiental, el tema resulta tan amplio como polémico. Esto, debido a la diversidad de estudios científicos realizados, tanto con resultados a favor como en contra.
Así que, a continuación mencionaremos 3 estudios sobre Bitcoin, como modelo de referencia, para luego sacar nuestras propias conclusiones:
Índice de consumo de energía de Bitcoin
Este primer estudio en línea que constantemente se mantiene actualizado para proporcionar la más reciente estimación del consumo total de energía de la red de Bitcoin, nos dice que el proceso de generación de Bitcoin ha seguido incrementado su consumo de energía.
Y en consecuencia, ha aumentado su contribución en cuanto a, su aporte negativo en la generación de contaminación al medio ambiente, es decir, su huella de carbono. Además, este estudio nos dice que el alto consumo de energía está asociado directamente con el proceso de su algoritmo de prueba de trabajo, el cual exige que las máquinas de los mineros de la red consuman enormes cantidades de energía mientras lo ejecutan. Energía que, por lo general, proviene principalmente de combustibles fósiles.
Por último, mucho de este estudio puede complementarse con información menos actualizada (2018), pero bien desglosada por países y zonas geográficas, haciendo clic en el siguiente enlace. Fecha para la cual, por ejemplo, ya se tenía constancia de que la red Bitcoin consumía más electricidad que 159 países de todo el mundo.
Índice de Consumo de Energía de Bitcoin de Cambridge
Este segundo estudio en línea, ofrece una estimación actualizada de la carga de electricidad diaria de la red de Bitcoin. Y para ello, utiliza un modelo tecnoeconómico subyacente, que se basa en un enfoque ascendente desarrollado inicialmente por Marc Bevand en 2017, y que utiliza el umbral de rentabilidad de diferentes tipos de equipos de minería como punto de partida.
En dicho estudio, se ofrece la información en 2 grandes secciones:
Demanda de energía de la red Bitcoin
Una primera sección que muestra una imagen con datos básicos dividida en 2, para mostrar la demanda de energía (tasa de consumo de electricidad) de la red Bitcoin actualizada diariamente. La parte superior hace referencia a la energía eléctrica total consumida por la red Bitcoin, y viene expresada en gigavatios (GW). Mientras que, la parte inferior corresponde al consumo total anual de electricidad de la red Bitcoin y se expresa en teravatios-hora (TWh). Y con los datos de este estudio, podemos constatar como, por ejemplo, la tasa estimada para el consumo diario se ha casi triplicado en 3 años, pasando de aproximadamente 6 GW a los casi 15 GW actuales.
Mapa de Minería de Bitcoin
Y en la segunda sección se muestra una imagen llamada Mapa de Minería de Bitcoin. Mapa que tiene como objetivo rastrear la distribución geográfica del hashrate total de Bitcoin a lo largo del tiempo. Disponible en intervalos mensuales a partir de septiembre de 2019, para así, lograr identificar que países pueden estar consumiendo más energía a raíz de la minería digital de Bitcoin. Y en consecuencia, deducir que países están contaminando más, dependiendo de que tantas fuentes de energía contaminante o no, se encuentren disponibles en los mismos.
La red de minería de Bitcoin
En este último y tercer estudio abordado, que no es en línea, y fue desarrollado por la empresa Coinshare Research, se afirma que el uso de energía por parte de la red Bitcoin y su impacto ambiental indirecto es mucho menor al estimado en otros estudios. Tanto que, hasta puede ser considerado casi irrelevante.
Aquí, se afirma que las emisiones de carbono recientes de la red de Bitcoin, ascienden a casi el 0,08 % a nivel mundial. Y que en consecuencia, estos números son insignificantes en comparación con las emisiones liberadas por otras industrias y sectores. Como por ejemplo, el de otros sistemas financieros como el oro y la industria bancaria.
Además, en dicho estudio se afirma que apenas la minería de Bitcoin contribuyó con casi 42 megatones de emisiones de carbono en 2021, en comparación con otras naciones como China y EE. UU. Los cuales, han contribuido mucho más en términos de números y estadísticas. Y que, el consumo total de electricidad de Bitcoin, que es de 89 TWH, es significativamente más bajo que las estimaciones presentadas por la Universidad de Cambridge para el año 2021.
Por lo que, en definitiva, dicho estudio ofrece argumentos para defender la minería de Bitcoin. Actividad que a menudo permanece plagada de graves acusaciones que implican que, el alto consumo de energía de la red Bitcoin tiene un impacto negativo en el medio ambiente.
Análisis y opinión
En lo personal, y seguramente para muchos, con base en estos y otros estudios existentes sobre el tema, es que es innegable que no solamente Bitcoin, sino todo el creciente ecosistema Blockchain y DeFi está aumentando el impacto negativo de la tecnología sobre el medio ambiente. Sin embargo, en que medida real, pues está realmente difícil precisarlo. Ya que, como en todo ámbito, industria o negocio, existen muchos bandos interesados en aportar argumentos y pruebas, tanto a favor como en contra.
Y lo único cierto, es que al igual que en sectores como la supercomputación, en el cual por ejemplo, se requiere un enorme consumo energético, para mantener la tan necesaria adecuada temperatura de todos los componentes e infraestructuras asociadas a pleno funcionamiento 24 x 7; la minería de criptoactivos también exige un alto consumo energético. Lo cual, evidentemente impacta negativamente en el medioambiente.
Por último, no olvidemos que también existen otros ámbitos de la tecnología que aportan un porcentaje significativo negativo, en mayor o menor medida sobre el medioambiente, que la minería de las criptomonedas. Tal como, el sector de las novedosas tecnologías de telecomunicaciones 5G y 6G, que están en pleno crecimiento y demanda.
“Los altos costos asociados a la generación de ciertos criptoactivos, especialmente Bitcoin, suelen ser por consumo eléctrico, adquisición y mantenimiento de equipos. O por problemas de oferta por fallas en las cadenas de suministros de piezas de repuestos y equipos nuevos. O simplemente por problemas de soporte jurídico de cada país. Y esto convierte a la Minería en la Nube en una de las formas más comunes y aceptables de operar y obtener beneficios de los criptoactivos”. Los mejores servicios de minería en la nube
Resumen
En resumen, es evidente que la mayoría de o todas las tecnologías humanas usadas, en mayor o menor grado, sobre todo las inventadas y usadas en los últimos 200 años para lograr el actual desarrollo, han dejado fuertes marcas y graves efectos sobre el medioambiente.
Y que, aquellas relacionadas con el ámbito digital (Informática, Computación y Telecomunicaciones) no solo no escapan a este inevitable hecho, sino que muchas veces están acarrean directamente una explotación desproporcionada de los recursos naturales renovables y no renovables. Sobre todo, de las fuentes de energía disponibles alrededor del mundo.
Destacándose en esto, durante los últimos 10 años lamentablemente, aquellas asociadas a la generación y gestión de criptoactivos. Ocasionando así, un evidente y negativo «impacto ambiental de las criptos» sobre el medio ambiente a escala global. Aunque, este hecho o daño, muchas veces suele ser minimizado o exagerado mediáticamente, en beneficio o perjuicio de otras actividades, con menor o mayor impacto ambiental.
Así que, esperemos que en favor de todos, las tecnologías asociadas a los criptoactivos, siga perfeccionándose lo más rápidamente posible, en pro de un menor impacto ambiental sobre el ya golpeado medioambiente. Para así, mitigar las consecuencias graves que ya han ocasionado otras actividades humanas. Tales como, el desarrollo urbano descontrolado de los pueblos, la minería y deforestación, entre muchas otras.
Las cuales, han generado un inevitable e innegable negativo impacto medioambiental global, sobre los ecosistemas locales y regionales. Lo que al día de hoy, mantiene en peligro no solo la propia existencia de la humanidad, sino la de todas las especies vivas del planeta y el planeta mismo.
