ICO, Initial Coin Offering, Oferta Inicial de Monedas. Básicamente, crear una nueva criptomoneda y ofrecerla para quien quiera la compra. Dicho así, no parece gran cosa y, sin embargo, es el modelo de financiación más disruptivo del siglo XXI. Veamos por qué.
Hasta ahora, cuando una pequeña empresa o un grupo de entusiastas emprendedores se disponían a poner en marcha su proyecto dependían de sus ahorros, de los de sus abnegadas familias y/o fieles amigos o bien enredarse en el siempre tortuoso y estresante camino de pedir un crédito a un banco. Como si emprender no tuviese ya su cuota de estrés como para añadirle los plazos de devolución de un crédito.
Otra cosa es si quien emprende es ya una empresa con «posibles» y una buena cartera de contactos. Entonces si, puede constituirse como Sociedad Anónima, pasar una serie de requisitos legales que elegántemente superarán sus abogados y disponerse a vender acciones en el mercado bursátil.
Finalmente, en este siglo XXI y gracias al podería de Internet y una serie de plataformas que facilitan las cosas, es posible también meterse en el incierto mundo del crowdfunding. O sea, puedes exponer tu proyecto y esperar que mucha gente se entusiasme con él y aporte un poco de dinero. Todo a cambio de diversos beneficios entre los cuales pueden estar la simple satisfacción de apoyar un proyecto bonito, ser el primero en recibir el o los productos que resulten de él o, tal vez, una bonita caja con material relacionado. También puede ser que el nombre de los donantes aparezca destacado en alguna parte de los papeles del proyecto o mil cosas más. A veces funciona. Y, desde luego, es un asunto interesante.
Pero las ICOs han dado la vuelta a todo esto y están haciendo brotar el espíritu inversor ahí donde ni siquiera sospechábamos que lo teníamos.
Billones con b se están moviendo en miles (literalmente) de ICOs que brotan como setas en un bosque húmedo. Y esto no ha hecho más que empezar.
¿Qué es exactamente una ICO?
Muy simple: la tecnología Blockchain desplegada a partir de la creación de Bitcoin y los contratos inteligentes permiten que sea extremadamente fácil crear una criptomoneda e, incluso, asociarla a un programa (o contrato inteligente) que asegure determinados beneficios a quienes la posean.
Pero, más fácil aún, crear una criptomoneda es una manera estupenda de «emitir acciones» sin pasar por los mercados bursátiles tradicionales. Digámoslo de otra manera: yo voy a emprender un proyecto, creo una criptomoneda que puedo llamar SofoCoin. Pongamos que, según las reglas que haya definido, emitiré 1.000.000 de SofoCoin que pongo a disposición de mis amables lectores a un precio inicial de 10 céntimos de Euro. Ahora, tras la venta, he obtenido 90.000 Euros. No, no he hecho mal el cálculo porque me he quedado con 10.000 igual que si fuera una multinacional que se reserva una parte de las acciones. ¿Qué sentido tiene todo esto? Muy fácil. Soy un escritor con muy buen rollo. La gente confía en mi. Gracias a esta ICO dispongo de un capital que me permitirá seguir escribiendo estas maravillas que comparto en este y otros blogs. Por tanto, mi caché como escritor puede ir en aumento. Incluso podría montar un blog privado al que solo se acceda por suscripción y, naturalmente, se pagaría con SofoCoin. Podría, incluso, repartir una parte de los beneficios que me produzcan mis artículos proporcionalmente entre quienes posean SofoCoin. Posiblemente, con el tiempo y mi trabajo realizándose con la tranquilidad de tener un colchón financiero, todos mis artículos tendrán una calidad tan excelsa que cada vez más gente deseará leerlos. Por tanto, los SofoCoin se venderán en diferentes Exchanges a un precio cada vez mayor. Llegados a estas alturas del ejemplo parece claro que debería hacerlo.
Bueno, eso fue solo un ejemplo. Pero básicamente explica qué es una ICO. Cierto es que muchas ICO se refieren a proyectos mucho más ambiciosos, pero la idea es esa.
ICOs vs Acciones
La cuestión es que las Acciones que cotizan en Bolsa están sometidas a una serie de regulaciones más o menos serias promovidas por organismos oficiales que también parecen muy serios. Es cierto que las instituciones financieras tradicionales han perdido parte de su credibilidad con el paso del tiempo. Pero para mucha gente aún es importante que una institución estatal controle la fiabilidad y el buen hacer de quienes emiten acciones.
Sin embargo, las ICOs han democratizado este asunto. Prácticamente cualquiera con unos cada vez más asequibles conocimientos sobre programación y Blockchain puede crear una criptomoneda y ofrecerla en su propia ICO. Así que, como todo lo que funciona a un nivel más horizontal, sin regulaciones especiales por parte de instituciones centrales, también requiere una más sólida cultura y conocimientos por parte de quienes desean invertir. Aquí no hay nadie que certifique que todo esto es legal y tiene fundamento. Con las ICOs lo importante es que realmente sepas en qué vas a invertir.
Tampoco nos engañemos. Comprar acciones que cotizan en bolsa no conlleva garantía alguna de que vayan a valer más en el futuro. Es más, la empresa que emitió dichas acciones podría incluso quebrar y nuestra inversión convertirse en papel mojado. Invertir en acciones también requiere un importante conocimiento sobre la empresa que las emite y, desde luego, una gran atención a las noticias que se generan alrededor de ella. Dicho sea de paso, la mejor y más veraz información nunca ha estado al alcance de los pequeños inversores. El mundo empresarial, a estos niveles bursátiles, nunca se ha caracterizado por un flujo de información totalmente transparente.
Con las ICOs la cosa es más sencilla: dependen de Internet y de un público ávido de desgranar todas sus dudas y airear todos los trapos menos limpios. Internet es el espejo de la madrastra de Blancanieves pero multiplicado por varios millones. Un mar de información de lo más diverso pero, por lo mismo, mucho menos manipulable que los medios de comunicación clásicos siempre tan dependientes de quien les financie que, suelen ser, cosas de la vida, empresas que cotizan en Bolsa.
Internet ha cambiado el paradigma. Ahora se trata de saber bucear y seleccionar la información. Ya no somos consumidores pasivos de noticias y nos toca aprender a buscarlas y seleccionarlas adecuadamente. Inevitablemente evolucionamos hacia buscadores activos de información.
Pero ojo al dato
Según este estudio un 80% de las ICO son prácticamente una estafa. Tan solo el 8% llegan a entrar en Exchanges para poder comprarse y venderse. Y de este 8% aproximadamente el 47% pueden considerarse exitosas.
Como puedes ver, el puntito de investigación e información previa a lanzarte alegremente a invertir en ICOs es absolutamente imprescindible. Así que es muy importante que comencemos entendiendo los aspectos básicos en los que debemos fijarnos para llegar a la conclusión de que esta o aquella son buenas ICOs o bien tiene todas las rifas para acabar convertida en humo. Pero, sobre todo, debes tener muy claro cuando una ICO tiene todas las papeletas de ser un timo. Aquí tienes un ejemplo.
Cosas que debes tener muy en cuenta para invertir en una ICO
Si a un caballo le miras los dientes, a un automóvil le abres el capó y haces que lo vea un mecánico y para comprar un móvil te tiras días mirando especificaciones en Internet… para invertir en una ICO no debes pasar por alto ningún detalle. Vamos a destacar los principales, aquellos que nunca debes pasar por alto para evaluar el interés de una ICO.
Diseño web
No es que el diseño web sea algo determinante, desde luego que no. Pero tener una web bien diseñada es lo mínimo que se puede pedir a un proyecto tecnológico. O sea, dicho de otra forma, una web bonita no quiere decir que el proyecto sea realista, honesto o siquiera bueno. Es más, si el proyecto fuese un timo bien elaborado casi seguro que tendrá una buena web. Antes de la era Internet se decía: un timador suele llevar unos zapatos excelentes y limpios. Lo que está claro es que si la web no tiene buen aspecto el asunto empieza bastante mal.
Proyectos previos
¿El equipo de desarrollo ya ha hecho cosas interesantes en el pasado? Si es así, es una buena señal. Consideremos, por ejemplo, Lescovex. Antes han desarrollado Chip-Chap, HolyTransaction y Flyp.me. Estos tres proyectos están funcionando por lo que todo sugiere que Lescovex también saldrá adelante. Otro ejemplo sería Telegram. Si finalmente hace pública su ICO está claro que estamos ante un gigante capaz de desarrollar lo que se proponga.
Por otra parte no quiero decir que si una ICO trata sobre un proyecto nuevo y sin antecedentes vaya a ser malo pero tener un buen historial previo suma puntos de confianza.
Whitepaper
Cada proyecto debe tener su Whitepaper, un documento técnico que explique los fundamentos y las lineas de desarrollo. Es cierto que puede ser de lectura compleja pero eso no debe ser óbice para que le echemos un vistazo. Necesitamos una cultura tecnológica básica porque si queremos invertir en algo lo mínimo es que tengamos alguna idea sobre el tema. Y si no la tuviéramos sería algo que deberíamos subsanar. Para eso escribo; fundamentalmente para que las tecnologías que van a dominar en el mundo puedan ser asimiladas de la forma más rápida y eficiente por cualquiera que se interese.
Volvamos al Whitepaper. Un punto a favor es que esté traducido a varios idiomas. Si no fuera así es que tienen poco interés en que sea leido. Nunca deberías invertir en una ICO cuyo Whitepaper esté solo en chino o coreano, salvo que sepas chino o coreano. Pero ojo, si está en varios idiomas lo mínimo es que se trate de traducciones decentes. Si son claramente hechas por Google Translator la cosa no pinta bien. Un proyecto que pretende recaudar unos millones de dólares empieza contratando a traductores de verdad.
Una vez que tenemos un Whitepaper legible debemos intentar darnos cuenta de si es coherente y suficientemente explicativo. Tómate tu tiempo. No vale con poner cosas bonitas y objetivos maravillosos. Si escribo que voy a fabricar una máquina del tiempo basada en Blockchain deberé proporcionar explicaciones claras sobre los fundamentos técnicos que sustentan esa idea. Si el proyecto parece confuso y está explicado de alguna manera incomprensible, mal rollo. Saber explicar lo que quieres hacer es básico para poder realizarlo.
Por mi formación académica estoy acostumbrado a revisar trabajos científicos y descubrir incoherencias aunque, en muchos casos, no soy ni remotamente especialista en la materia de la que trata. Entiendo que es complicado analizar un Whitepaper sin unos conocimientos medio-altos de la tecnología de la que trata. Pero insisto en que esos conocimientos fundamentales se pueden y deben adquirir; una cultura general sólida sobre lo que es la Blockchain y las criptomonedas en general. Aquí las emociones pueden ser engañosas y, además, costarte dinero.
Críticas
Como decía Gregorio Marañón «todo lo sabemos entre todos». Un paseo por los principales foros de Internet relacionados con criptomonedas e ICOs es fundamental. No quiero decir que todas las opiniones con las que nos encontremos vayan a ser útiles o siquiera fiables, que también hay mucho tontería y criterios absurdos, incluso claramente maliciosos. Pero una lectura atenta de los foros, pasando páginas y captando lo esencial hasta llegar al momento actual nos puede ayudar bastante a formarnos una opinión sobre una ICO. Si hay críticas debes leerlas y tratar de ver si están bien fundadas. De hecho, es conveniente que mantengas un contacto regular con dichos foros relacionados con la inversión que has hecho o estás considerando hacer. Busca referencias a esa ICO en Bitcointalk y en Reddit Es normal que la mayoría de fuentes interesantes estén en inglés pero conviene intentar que esto no sea un grave obstáculo ya que, de otra forma, estarás informativamente aislado. O bien recibirás con retraso las informaciones más relevantes. En Criptolog te iremos proporcionando la información esencial sobre algunas de las mejores ICOs y también sobre las que están sonando con fuerza en cada momento, con datos objetivos y realistas. Al menos, contarás con una buena fuente en castellano.
Redes sociales
Cada proyecto que lanza una ICO debe procurar hacerse conocido y esto siempre supone una intensa actividad en Redes Sociales. Busca todas aquellas en las que han creado grupos o canales. En general, prefieren Telegram a otras aplicaciones de mensajería así que estaría muy bien que te instalaras Telegram si no lo tienes ya. Luego puedes buscar en Twitter, Reddit y otras. Un buen punto es ver el número de seguidores o, si están empezando, observar su ritmo de crecimiento. Naturalmente, si son grupos abiertos debes seguir las conversaciones y detectar el estado de ánimo general así como comprobar si el equipo está bien activo y respondiendo a los usuarios. Si se trata de canales de información, donde no hay conversación, puedes ver si hay noticias frecuentes y si están desarrollando todo a un ritmo aceptable y cumpliendo su hoja de ruta. Puedes comprobar si las novedades son de cierta envergadura o solo novedades medio intranscendentes.
Código abierto
Lógicamente un proyecto fiable debería ser de código abierto. Es decir, el código se va publicando en un repositorio en el que se pueden ir viendo los cambios que suceden con sus fechas. Si un proyecto no es de código abierto y no se puede encontrar y evaluar su código sencillamente es poco recomendable como inversión salvo que seas muy fan de la empresa o equipo que esté detrás. Uno de los repositorios más conocidos es Github (seguramente encontrarás el enlace en la propia web de la ICO). Aprende a navegar por Github para ver si el proyecto avanza así como también los problemas (issues) que van apareciendo y que la gente reporta. Podrás ver si hay respuestas y el equipo de desarrollo muestra interés y los va resolviendo.
Hoja de ruta
Debe estar claramente detallada con fechas aproximadas y realistas. Puedes ver cuánto se ha hecho ya si es que el proyecto es más que una simple propuesta. Lo normal es que antes de lanzar una ICO tengan algo ya hecho y funcionando que se pueda ver. Bueno, digo, debería ser lo normal aunque verás que a lo mejor no lo es tanto. Mira en el apartado de descargas de la web si han creado wallets, por ejemplo. Lo cierto es que si una ICO se lanza cuando ya se puede enseñar algo sólido tendrá ya muchos puntos de confianza. Pero tampoco quiero que te confíes demasiado que este es un mundo salvaje. Si vimos en el punto anterior que un buen proyecto debe ser de código abierto, piensa también que cualquiera puede copiarlo, hacer unas ligeras modificaciones y mostrar algo como si lo hubieran trabajado seriamente. Esto sucede, querido amigo. Hay bastantes criptomonedas e ICOs cuyo desarrollo es una copia de otra y un mar de promesas mientras esperan que la original les resuelva el problema de presentar cosas interesantes. En todo caso, si la hoja de ruta no se cumple o hay numerosos retrasos la cosa pinta mal si no hay más explicaciones que «estamos en ello» o «pronto habrá novedades». Piensa también que una vez que inviertes tempranamente en una ICO tu dinero puede estar atrapado: posiblemente no hay Exchanges donde vender esas monedas. No quiero desanimarte, solo que entre todas desarrollemos más nuestra inteligencia inversora.
Socios
Si una ICO cuenta con socios reales mira quiénes son y qué confianza te merecen. Lo normal es que aparezcan en su web pero ¡cuidado! que sean socios reales. No vale con que aparezcan nombres y logotipos. Debes comprobar que, efectivamente, eso sea así y tales socios hayan declarado expresamente su apoyo al proyecto. Muchas veces hemos visto como una ICO o un fork de Bitcoin, por ejemplo, ponen en su web una lista de Exchanges en los que, supuestamente, se podrá cambiar su moneda pero se trata solo de eso: una lista engañosa de buenos deseos.
Utilidad de la criptomoneda
Crear una criptomoneda o un token, créeme, es sencillo. Otra cosa es que aporte algo interesante. En una ICO es fundamental explicar para qué sirve y cómo se integra en el proyecto. No vale solo sacar una cripto para financiarse sino que debe ser parte fundamental del proyecto, integrarse firmemente en él, aportar beneficios técnicos obvios, resolver problemas esenciales. Es decir, la criptomoneda o token debe ser algo deseable porque no solo servirá para comprarse y venderse como un objeto inútil con un nombre bonito. La cosa es que al tenerla, sin necesidad de venderla para obtener posibles beneficios, ya sea un beneficio en sí misma si el proyecto prospera.
Hay ICOs que funcionan realmente como una emisión de acciones. La posesión de tales monedas te da derecho a recibir un porcentaje de las ganancias obtenidas por el propio proyecto. En algunos casos es interesante porque dicho proyecto tiene una vía clara para obtenerlos. Por ejemplo, proyectos de Exchanges descentralizados cuyos ingresos están basados en las comisiones obntenidas por cada operación de cambio. Puede que inicialmente la parte que te toque no sea muy grande pero esto hará que las monedas sean cada vez más valiosas; si el proyecto prospera, claro.
Equipo de desarrollo
Normalmente el equipo de desarrolladores aparece en la web con sus fotos y sus nombres así como un breve currículo. Conviene conocerlos un poco más y aquí Internet y sus buscadores son buenos aliados. A veces el equipo desea permanecer en el anonimato lo cual puede ser legítimo pero inevitablemente va a generar un plus de desconfianza. Y también hay casos en los que el equipo de desarrollo mostrado es simplemente falso. A partir de aquí, poco hay que añadir: huye de esa ICO.
Realismo y transparencia
En el precio de la ICO y en la emisión total de monedas así como en la explicación concisa de cómo se distribuirán y/o si se destruirán las sobrantes.
Conclusión
Con una cultura tecnológica básica y examinando detenidamente el posible objeto de deseo de tus ansias inversoras estarás bastante bien equipado para sobrevivir en la jungla. Una buena ICO puede ser realmente una oportunidad extraordinaria para multiplicar tu dinero y, además, tener la satisfacción de haber contribuido a hacer un mundo mejor apoyando un proyecto que te haya motivado. Paso corto, vista larga y desconfiando. Una vez que lo tengas perfectamente claro, adelante. Pero nunca olvides que una inversión inteligente solo se hace poniendo en juego solo lo que puedas permitirte perder. Todo lo demás, consiste en disfrutar. Y las ICOs nos prometen buenas dosis de emoción.